Es innegable que, en la era digital actual, la tecnología y los dispositivos móviles se han convertido en una parte esencial de nuestra vida, especialmente para los jóvenes, quienes lo consideran una necesidad para el desarrollo de cierto tipo de actividades que conforman su rutina diaria, como puede ser la socialización, el aprendizaje, el ocio, etc. A pesar de los beneficios, su uso generalizado también conlleva riesgos para la privacidad y protección de datos de los menores, por lo que, es crucial que los padres tomen medidas para proteger a sus hijos en el entorno digital.
Uno de los mayores riesgos a los que se enfrentan los menores cuando utilizan este tipo de dispositivos es la multitud de aplicaciones de diferente índole disponibles para su descarga. Podemos encontrar desde aplicaciones orientadas al apoyo y desarrollo educativo de los niños, hasta aplicaciones con contenido violento o inapropiado, o que recopilen información personal de los usuarios sin su consentimiento, con todos los peligros que ello conlleva.
Otro riesgo asociado con la instalación de aplicaciones móviles y por parte de los menores sin un uso supervisado es la posibilidad de ciberacoso, en concreto, las redes sociales son la fuente principal de este tipo de delitos que, en gran medida, se producen contra menores. Es importante que los progenitores o tutores controlen las aplicaciones que sus hijos están utilizando y de las interacciones que tienen en línea para detectar cualquier comportamiento de ciberacoso.
Por todo lo anterior, los progenitores deben estar al tanto de estas posibles amenazas y tomar medidas preventivas para evitar que sus hijos instalen aplicaciones que puedan dañarlos. Entre estas medidas preventivas se deben tomar en cuenta las siguientes:
- Utilizar aplicaciones de control parental: Existen multitud de aplicaciones de control parental disponibles que pueden ayudar a los supervisores de los menores a monitorear y controlar el uso de dispositivos de sus hijos o tutelados. Estas aplicaciones pueden bloquear contenido inapropiado, limitar el tiempo de pantalla y controlar las aplicaciones que se pueden utilizar.
- Educar a los menores sobre el uso responsable de dispositivos, enseñándoles a no compartir información personal y a identificar y evitar peligros en línea.
- Restricciones de edad: La mayoría de las tiendas de aplicaciones, como la Apple Store de Apple o la Play Store de Google, tienen una clasificación por edades que indica si una aplicación es adecuada para niños, adolescentes o adultos. Los progenitores pueden configurar los dispositivos de los menores para que sólo puedan descargar aplicaciones que estén clasificadas como adecuadas para su edad.
- Control parental: Los sistemas operativos de los dispositivos móviles suelen tener una función de control parental que permite a los progenitores limitar el acceso a determinadas aplicaciones o contenidos. Por ejemplo, pueden configurar los dispositivos para que sólo puedan utilizar ciertas aplicaciones durante determinadas horas del día o para que no puedan acceder a determinados sitios web.
Aún habiendo tomado las medidas anteriormente descritas es importante que los progenitores supervisen de forma periódica los dispositivos móviles de los menores con el objeto de poder comprobar qué aplicaciones se han instalado en el dispositivo y si las mismas son acordes con su edad.
En conclusión, los progenitores o tutores de los menores deben ser conscientes de los riesgos asociados con el uso de dispositivos móviles por parte de los menores que tienen a su cargo y tomar medidas preventivas para protegerlos. La protección de la privacidad y los datos personales de los menores en línea es esencial en la era digital actual y requiere una supervisión periódica y educación continua sobre el uso responsable de los dispositivos móviles.