El DAFO es una de las técnicas más populares y eficaces de análisis organizacional. Puede ser aplicada a toda una organización, a un proyecto, a un producto o a un servicio… prácticamente a cualquier cosa susceptible de ser mejorada. La metodología es enormemente sencilla. Se trata de identificar, desde el punto de vista interno, las debilidades y fortalezas del objeto de análisis. Desde el punto de vista externo, analizamos las amenazas y oportunidades teniendo en cuenta el contexto de la organización. Una vez identificamos todos estos puntos definimos las estrategias y acciones concretas que nos ayuden, por un lado, a reducir o anular el impacto sobre nuestras debilidades y amenazas y, por otro lado aquellas estrategias que nos permitan aprovechar nuestras fortalezas y oportunidades. En la práctica jurídica y consultora creo que es práctico aplicarlo a proyectos y procesos de base tecnológica. Nos da una visión completa desde el punto de vista legal, y genera argumentos de peso para la toma de decisiones relacionada con el cumplimiento normativo. A modo de ejemplo aquí tienes diferentes aspectos relacionados con un proyecto de base tecnológica cambia su perspectiva en función de que se identifique como una debilidad, una amenaza, una fortaleza o una debilidad.
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Juan Carlos Álvarez
Socio-Consultor en cohaerentis
Especialista en Competitividad y Derecho Digital