Si quieres valorar a un consultor te recomiendo que mires sus respuestas ante lo que no está escrito.
No es que quiera menospreciar todo el conocimiento consolidado en tantas disciplinas que apoyan la gestión de las organizaciones. Toda esta sabiduría organizacional, financiera, jurídica, tecnológica o de cualquier tipo, sigue siendo el punto de partida para afrontar la mayoría de problemas corporativos. Facilita identificar el problema y buscar ayuda para resolverlo.
Sin embargo cada vez es más frecuente encontrarse matices de complejidad e incertidumbre en los problemas empresariales. Donde antes había certeza consultora ahora se necesita más tiempo para analizar y completar el conocimiento. Pasamos de la consultoría de cadena de montaje, con fotocopias y plantillas de principio a fin, a la consultoría hecha a medida en el último tramo.
Habilidades para una nueva consultoría
En mi opinión estas son algunas de las habilidades que ayudan a un consultor a descifrar lo que no está escrito:
- Mirada analítica, crítica y creativa para la complejidad.
- Capacidad de aprendizaje continuo, lo que parte de identificar y asumir “lo que no se sabe”.
- Interdisciplinariedad y osadía para moverse en el conocimiento frontera.
- Visión o anticipación del impacto de los grandes fenómenos transformadores, tales como la digitalización, el cambio climático, o las migraciones.
- Fluidez en el uso de herramientas digitales para la gestión del conocimiento en todas sus fases: captación, sistematización y comunicación o uso.
En un entorno impredecible, difuso y volátil, querrás tener a tu lado a personas que tengan capacidad de construir soluciones, formular teorías y lanzar ideas que te orienten en caminos que nadie, o muy pocos, han transitado con anterioridad. Escenarios sobre los que no tenemos suficiente experiencia y que, paradójicamente, cuando la tengamos ya de poco servirá.
Ese simpático asistente virtual es un bot, y viene a por ti
Si eres consultor este criterio te tiene que animar a salir fuera de la zona de confort. Los conocimientos que hacen parte de tu área de dominio te servirán como “marcos de referencia” que legitiman tu servicio, pero deberás ir más allá o serás sustituido por un asistente virtual.
En la era de la automatización, las tareas predecibles, programables y fácilmente reproducibles son las que primero están siendo asumidas por las máquinas. Esto es algo que hacen muy bien y son más fiables y rápidas que tú.
No te va a quedar otra opción que moverte hacia lo que no está “codificado”; un espacio en el que tu humana intuición e inteligencia consultora aportan valor.
(Este artículo lo he publicado en primer lugar en Medium https://medium.com/@alvarezcepeda/lo-que-no-está-escrito-ca0062dd5b11)
Juan Carlos Álvarez
Socio-Consultor en cohaerentis
Especialista en Competitividad y Derecho Digital