Desde hace ya algunos años todos los profesionales, estemos o no en búsqueda activa de empleo, somos conscientes de la importancia que tiene Linkedin como canal de comunicación básico para establecer contactos e intercambiar contenidos profesionales relevantes.
Ahora bien, también es cierto que una parte de los presentes en la red, se han limitado a la mera presencia, sin cuidar demasiado su estrategia de marca personal. Es fácil encontrar personas en la red con apenas el nombre y los apellidos, y un par de líneas describiendo su puesto de trabajo actual. Sin fotografía, sin extracto, sin competencias…
Como consultora de gestión del talento, puedo afirmar que un alto porcentaje de los procesos de selección que se llevan a cabo hoy en día, utilizan como canal de «reclutamiento» Linkedin. En consecuencia, un perfil mal construido y peor presentado, tiene pocas posibilidades de acceder a una gran parte de las oportunidades laborales.
Revisemos pues, cuáles son los contenidos mínimos imprescindibles para tener una presencia atractiva en la red, que nos abra puertas.
Encabezado
Mejor que un sólo apellido pon los dos, sobre todo si los tuyos se encuentran entre los más comunes. Si alguien te busca directamente, será más fácil que te encuentre.
No olvides incluir tu fotografía. Una en la que se te pueda identificar, con no más de 5 años de antigüedad y, lo más importante, en la que te gustes a tí mismo.
Por último, tu titular, esas 3 o 4 palabras que te definen profesionalmente y con las que te sientas totalmente identificado. Tu titular no es tu puesto de trabajo actual, o el último que tuviste. Tu titular es aquello a lo que quieres dedicarte y para lo que te has preparado.
Extracto
Tómate un tiempo para redactarlo. No te limites a copiar un resumen de tu CV, ni hagas una enumeración de experiencias laborales. Este es el apartado en el que te luces, en el que hablas de tí mismo resaltando lo que te hace único como profesional. Dos o tres párrafos pueden ser suficientes si los aprovechas.
Experiencia, proyectos, logros
Céntrate en las experiencias más recientes y atractivas, aquellas que mejor refuercen el perfil que quieres desempeñar. Es importante que detalles las principales responsabilidades asumidas en cada una de ellas, pero sin llegar a hacer una relación exhaustiva. Piensa en la cantidad de información que vas a ofrecer y sopesa que sea suficiente pero razonable, sin llegar a abrumar a los que accedan a ella.
Aptitudes
La facilidad con la que podemos rellenar este campo hace que, en muchas ocasiones, se dispare el número de competencias que reflejamos. No digo que no tengan porqué ser ciertas todas ellas, pero, como en el caso anterior, demasiada información puede ser contraproducente. Céntrate en destacar aquellas que más te definen, reflejando no sólo las de tu área de especialización técnica, sino también las personales y las competencias digitales.
Estas son sólo algunas recomendaciones y, evidentemente, no estamos descubriendo nada nuevo, pero creo que nunca está de más repasarlas y poner al día nuestro perfil de Linkedin.
Ana Cañas García
Consultora en Talento Digital en cohaerentis
Profesional de los Recursos Humanos