Si algo nos ha dejado claro esta crisis -sanitaria, económica y social- es que el cambio, ahora más que nunca, «es lo único constante». En este entorno cada vez más volátil y fugaz, la habilidad clave para sobrevivir en todos los contextos será la gestión del cambio.
En este sentido, si nos trasladamos al ámbito de lo profesional, los perfiles más demandados en un futuro, ya presente, serán aquellos que, más allá de la cualificación técnica en su campo de conocimiento, cuenten con una serie de competencias básicas. Por citar algunas (si bien el listado es más extenso):
– Gestión de las crisis
– Flexibilidad y adaptabilidad
– Anticipación
– Visión estratégica
– Proactividad
– Resiliencia
– Capacidad de reacción
– Visión holística
– Fortaleza emocional
– Creatividad
Estas competencias, características todas ellas de la economía digital, nos facilitarán, no sólo el manejo de las situaciones de incertidumbre, sino también la adaptación a una nueva manera de relacionarnos con compañeros, clientes, proveedores… e incluso familiares y amigos. Este nuevo modelo relacional, basado en el uso intensivo de los canales digitales, y que ya ha llegado para quedarse, exigirá de todos nosotros, profesionales y ciudadanos en general, un cambio cultural y de mentalidad radical hacia la «nueva normalidad».
Ana Cañas García
Consultora en Talento Digital en cohaerentis
Profesional de los Recursos Humanos