La semana pasada escribía una breve reflexión en Linkedin sobre lo que en cohaerentis entendemos que es el teletrabajo, y sobre cómo, en cierto modo, se ha tergiversado el significado de la palabra y su puesta en práctica.
Ahora me planteo ¿por qué sigue siendo el teletrabajo el gran ausente en la organización del trabajo en las empresas españolas? Sinceramente, creo que se debe a una conjunción de factores. Por un lado, estarían los factores que yo considero subjetivos:
– Persistencia de mentalidades directivas anticuadas, obsesionadas aún con la cultura del presencialismo
– Desconfianza hacia los trabajadores
Del otro lado, los factores más objetivos:
– Lagunas normativas
– Desconocimiento de lo que realmente implica
– Ausencia de visión estratégica
Factores subjetivos
Estos obstáculos para la puesta en práctica de un sistema de teletrabajo son los más difíciles de vencer, porque responden a una cultura muy arraigada en gran parte de la alta dirección de las empresas españolas. Superarlos va a depender, en gran medida, de que se produzca un cambio generacional de las personas que ocupan dichos puestos directivos, profesionales que hayan crecido en el entorno cambiante, ágil y flexible, de la sociedad digital.
La comprobación de que compañías que hayan implementado el teletrabajo en tiempos presentes, no sólo no habrán desaparecido, sino que incluso habrán obtenido grandes beneficios con su aplicación, serviarán a medio y largo plazo como respaldo de su validez como estrategia empresarial.
Factores objetivos
Si bien estos factores, exceptuando el que atañe al legislador, también tienen un cierto componente subjetivo, es más factible poder superarlos a corto plazo, con medidas prácticas.
La visión estratégica es una competencia directiva básica, no ya sólo para ser conscientes de los beneficios que puede aportarle a la organización la implantación de un sistema de teletrabajo, sino de cara a la toma de cualesquiera otras decisiones clave. Su fortalecimiento a día de hoy es imprescindible, y con formación y entrenamiento práctico es factible reforzarla.
Respecto al desconocimiento de en qué consiste el teletrabajo, más allá de toda la literatura que podamos encontrar al respecto (véase el presente artículo), acercarse a conocer las experiencias de aquellas empresas que ya están teletrabajando, es la mejor manera de aclarar dudas y dimensionar adecuadamente este fenómeno.
El gran salto adelante
Sin duda, no todos los modelos de negocio encajan en un sistema de teletrabajo, y aún para los que sí encajan, no es sencillo dar el paso; pero si desarrollamos una política interna que recoja protocolos y normas, contamos con la infraestructura técnica adecuada, y la totalidad de los equipos se forman en las competencias necesarias, tendremos todos los ingredientes para dar el paso.
– Ana Cañas García –