Ya hace unos años que no sólo nos preguntamos qué debe de tener un profesional, qué competencias, actitudes y aptitudes deben estar presentes, para que la empresa quiera incorporarlo, sino que también nos planteamos qué debe de ofrecer la organización, condiciones, cultura y salario emocional, para que el profesional quiera trabajar en una o en otra.
La retención del talento por parte de las empresas es, sin duda, una de las principales preocupaciones que las organizaciones tienen hoy en día, en un contexto de cambio constante y alta competitividad.
Unos y otras ya no buscan lo mismo que hace apenas una década, siendo tanto por, como lo mencionado anteriormente, la competitividad como por el avance tecnológico en todos los ámbitos.
Para que exista un buen acople entre las dos partes será necesario tener en cuenta las transformaciones que, como consecuencia de la revolución digital, hemos experimentado en todos los aspectos de nuestra vida.